Juana Morillas, profesora del Departamento de Tecnología de Alimentos y Nutrición Humana de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Actividad Física de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, y miembro del Instituto Flora, nos explicó que el colesterol es una grasa que puede viajar en dos tipos de células: las LDL o colesterol malo, y las HDL o colesterol bueno.

El LDL sale del hígado y se deposita en las arterias, lo que puede provocar la obstrucción de los vasos sanguíneos. Mientras, el HDL lleva la grasa sobrante al hígado para su eliminación, limpiando el LDL de las arterias. Esto se debe a que el HDL cuenta con más tejido proteínico que graso; de ahí sus efectos positivos.

Como el HDL es graso, y la grasa no se diluye en el agua, hay que introducirla en el organismo en cuerpos grasos de origen vegetal, como la margarina, el aceite de oliva o los frutos secos. Flora Pro-activ es un buen ejemplo de ello.

Cuidar los niveles de colesterol, tanto el malo como el bueno, es fundamental para cuidar la salud cardiovascular. Además, hay que llevar una vida sana, hacer algo de ejercicio y vigilar el sobrepeso.