El presidente de la Federación de Empresarios de Asistencia a la Dependencia cree que el balance de cinco años no es positivo, y depende mucho de los vaivenes políticos. Además, cree que este sector y esta Ley generan empleo muy cualificado, además de importantes retornos económicos, que en estos momentos de crisis es fundamental mantener, porque en los momentos de crisis hay que invertir en sectores que proporcionen un beneficio en el mismo ejercicio fiscal.

El problema, actualmente, es que falta coordinación entre la Administración central, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos. Para Echeverría, es triste que la Dependencia haya dependido en cinco años de seis ministros distintos y de cinco ministerios. Por ello, la interlocución con la Administración se hace difícil.

Lo que se teme desde la Federación es que se paralice la financiación de la Ley de Dependencia. El problema es que hay casi medio millón de personas dependientes que están necesitados de ayuda, y es probable que se recorten las asistencias y la financiación de las empresas que prestan estos servicios, con el consiguiente impacto en el empleo del sector.

Además, señaló que hay muchas empresas que están pendientes de evitar el cierre en función de lo que apruebe el Gobierno. Echeverría cree que es factible mantener el Estado del Bienestar, y si hay una buena coordinación sociosanitaria entre administraciones es muy posible mantener la plena vigencia de la Ley.