Según el doctor Marcos Llanero, coordinador del Grupo de Estudio de Neuroquímica y Neurofarmacología de la Sociedad Española de Neurología, no hay una edad mínima para empezar a sufrir demencias, aunque en su gran mayoría afectan a personas mayores. No obstante, se está investigando mucho y es de esperar que en unos años aparezcan fármacos para prevenir o curar el alzheimer y otras demencias.
No obstante, la percepción del enfermo "hace que él crea que está mucho mejor de lo que está", por lo que el sufrimiento es menor. La peor parte de las situaciones de dependencia provocada por demencias y otras enfermedades neurológicas, "se la lleva la familia". No obstante, no es lo mismo las enfermedades degenerativas, con un avance lento, que enfermedades que sobrevienen de repente, como un ictus.
Para prevenir las enfermedades neurológicas, es bueno, según Llanero, evitar el tabaco, el colesterol alto y la hipertensión. Preguntado por si hay alimentos que ayudan a prevenir estas enfermedades, señaló que es difícil ver una correlación clara. Sobre todo, dijo, hay que apostar por los alimentos que no suban en exceso la tensión ni el colesterol. Además, el alzheimer y y otras enfermedades de este tipo no son consideradas como enfermedades hereditarias, por lo que no depende tanto de la genética como del cuidado del cuerpo con el paso de los años. Un 25-30% de los ancianos sufren algún tipo de demencia.
Respecto a la atención que reciben estos enfermos, Llanero cree que los hospitales y residencias están adaptados para la atención a estos pacientes, pero hacen falta más plazas y más ayudas para investigar en las mejoras.