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La agonía de Sacyr y las tres entidades acreedoras (II)

 

La enorme deuda de casi 5.000 millones de euros sigue profundizando las ojeras del nuevo presidente de Sacyr. Manuel Manrique sigue, a la desesperada, inmerso en una interminable ronda de negociaciones con sus acreedores que no están dispuestos a alargar, ni un minuto, el plazo de liquidación de los pagos, el próximo 21 de diciembre.

No sólo se le complican los planes a Sacyr, también a Antonio Brufau que continúa a la desesperada buscando comprador de la mitad de las acciones que el grupo constructor mantiene en su compañía. Antonio Brufau no deja de ofrecer a unos y otros el 10% de títulos en cuestión, es más, según ha podido averiguar Diario Financiero, el propio Brufau le ha ofrecido una cuarta parte del paquete de acciones en posesión de Sacyr, a la brasileña Petrobrás (aliada de Brufau) y a Ecopetrol (su nueva socia en Colombia).

Los acreedores, tres frentes abiertos

Sin embargo, y a pesar de ese proceso de venta, todo apunta a que el grupo no podrá saldar de ninguna manera su deuda, fuentes afirman a Diario Financiero, que dentro de las entidades acreedoras hay tres bloques enfrentados entre sí:

Citibank: la firma estadounidense se posicionó, inicialmente en contra de la refinanciación de Sacyr cuando Luis del Rivero era todavía presidente del grupo. Sin embargo, y ya con Manrique como presidente, Citibank cambió de bando y ahora es el único que se muestra a favor de – al menos – dar mas tiempo a Sacyr.

Banco Santader: la entidad que preside Emilio Botín es el caso opuesto al de Citibank, el banco español era favorable a renegociar la deuda con la constructora cuando Del Rivero estaba al frente, es decir, Santander veía en la alianza Pemex – Sacyr el respaldo suficiente de los mexicanos a las cuentas de la compañía española. Sin embargo los continuos bandazos del grupo – hoy presidido por Manrique – han provocado la mirada del recelo del banco español hacia Sacyr, que ya no cuenta con su 'visto bueno'.

Bancos portugueses: son la gran incógnita debido a que se han mostrado indecisos desde el principio.

Sin embargo, y en el hipotético caso de que la venta se consiga cerrar, Sacyr perdería un 20% por cada acción, es decir las acciones están un 20% por debajo del valor que pagó, o lo que es lo mismo perdería entre 350 y 400 millones de euros, una cifra que habría que sumar a los casi 5.000 millones que adeuda el grupo.

Todo esto puede provocar que Sacyr sucumba ante el enorme volumen de su deuda y se declare en default incapaz de hacer frente a sus pagos.

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