Air Australia no tiene ni para pagar el carburante y deja en tierra a 4.000 pasajeros.
La compañía justifica la decisión por su incapacidad de afrontar gastos operativos básicos.
De hecho, asegura que no puede abastecer de combustible a las aeronaves, porque el suministrador ya no acepta dar más créditos.
Ahora se busca contra reloj a un nuevo inversor que pueda ayudar a salvar a una compañía con cinco aviones y unos 300 trabajadores.