Aumenta la presión sobre Francia y Bélgica por el rescate de Dexia.
Ambos negocian con Luxemburgo una garantía temporal por valor de 40.000 millones de euros para sostener al banco.
Los belgas aspiran a que París se haga cargo de una porción mayor de las pérdidas de Dexia, una petición que podría hacer peligrar el pacto.
Y es que el plan de rescate acordado en octubre entre los tres países se ha atascado y esto lastra también la deuda de los países implicados en el mercado secundario.