“En España se emiten al año 70.000 informes de auditoría; los que tienen problemas a priori se pueden contar con los dedos de una mano”. De esta forma el presidente de Auren, Mario Alonso, ha querido defender el trabajo del sector de la auditoría en esta crisis económica. De hecho, ha asegurado que su papel, centrado en generar confianza y transparencia, “está siendo excepcionalmente bueno” y que sin él, “la crisis podría haber sido muchísimo peor”. Así, ha asegurado que en muchas ocasiones se ha cargado al auditor con la responsabilidad y “sólo es alguien que pasaba por allí”. Con todo ello, anima a esperar a que las demandas se resuelvan en los tribunales antes de opinar a respecto.
Alonso se ha referido también a la independencia de los auditores, algo que, a su juicio, “es el mayor activo y valor del sector”. De hecho, ha señalado que aunque es difícil poner la línea entre los servicios que son compatibles e incompatibles entre sí, tienen a equipos dedicados exclusivamente a este asunto.
Partidos Políticos y Administraciones Públicas
Concretamente, sobre el trabajo de las auditorías en los partidos políticos, Alonso ha recordado que sólo pueden emitir opiniones en base a las contabilidades soportadas documentalmente: “si hay otras contabilidades, difícilmente podemos emitir otra opinión; eso depende de otro tipo de profesionales más cerca de los investigadores privados”, ha señalado el presidente de Auren.
En cuanto a las auditorías en las entidades públicas, Mario Alonso, lo ha calificado como “una asignatura pendiente”. Así, ha explicado como cerca del 80% de las entidades locales no son auditadas por nadie porque, dice, ni la propia intervención general del estado llega a ellas. “Es algo que los auditores venimos demandando desde hace tiempo. Y es que nos parece increíble que la empresa privada que cumple con determinados parámetros esté obligada a auditarse y las entidades públicas no lo estén, sobre todo en un momento en el que hay que poner en tela de juicio prácticamente a cualquier entidad”.
Situación de los despachos profesionales
Mario Alonso, que acaba de publicar el libro 'Claves para la gestión de firmas y despachos profesionales, ha recordado también como el sector “está asistiendo a un claro ajuste de plantillas de profesionales y también en los sueldos”. Y es que reconoce que “el coste fundamental de una firma profesional es el salario de sus trabajadores”. Por ello y ante la “peligrosa” desmotivación general que puede provocar esta situación, Alonso ha apuntado la necesidad de motivar a los equipos por otros caminos como más formación, alternativas de más responsabilidad y, ante todo, ofrecer una adecuada carrera profesional: “Si en una firma en lugar de peldaños para escalar hay paredes, lo más probable es que los trabajadores creen una firma en paralelo o se vayan a la competencia”, ha defendido al respecto.