La autoridad le exigió este mismo julio que vendiera el londinense de Stansted y que debía elegir entre uno de los escoceses: Glasgow o Edimburgo. Finalmente, BAA ha decidido desinvertir en el de Edimburgo, una operación que espera cerrar antes de que finalice el verano de 2012. Más reacio es a cumplir sus deberes de Londres, frente a los cuales mantiene aún el recurso que interpuso en contra de su venta.
El por qué tiene su origen en 2009, cuando la autoridad de la competencia dio a conocer un informe sobre la propiedad de los aeropuertos de BAA. A su juicio, la venta de estos está justificada porque los pasajeros y las aerolíneas se beneficiarán de una mayor competencia si están en manos de distintas empresas. Hay que recordar que BAA es ahora dueño, sin contar con el de Edimburgo, de cinco aeropuertos británicos.