La entidad que preside Ron continúa ideando una salida a una de las exposiciones al sector promotor – el actual cáncer de la banca – más altas del total del sector financiero español.
En concreto, más de un 18% de los créditos que mantiene el Banco Popular, están concedidos a empresarios del ladrillo, para hacernos una idea, en términos absolutos, la entidad ha otorgado 17.656 millones de euros a promotores inmobiliarios o del sector de la construcción.
No es un secreto que la cifra que mantiene el banco – ya fusionado – supone un récord teniendo en cuenta la media del sector, sin embargo lo verdaderamente alarmante es que en lo que va de año la entidad, con el señor Ron a la cabeza, sólo ha conseguido reducirlo en un pobre 1%, un número significativamente bajo, teniendo en cuenta que Banco Popular no ha dejado de estar bajo la lupa europea desde que fuera una de las pocas que suspendiera las pasadas pruebas de resistencia a la banca.
Pero los problemas de Popular no acaban ahí, no es que sólo mantenga una de las exposiciones al ladrillo más altas, sino que los activos problemáticos ya suponen el 6,6% del balance total del grupo presidido por Ángel Ron. Una situación muy complicada, que empeora con la integración del Banco Pastor: la gallega es la entidad cotizada donde más peso relativo muestran los activos problemáticos.
Banco Pastor.
Los créditos dudosos que mantiene el banco gallego ascienden, nada más y nada menos, que ha 910 millones de euros, pero la cosa no queda ahí, sus créditos subestándar escalan hasta los 860 millones y sus activos adjudicados brutos hasta los 2.228 millones de euros. Todos juntos suman casi 4.000 millones de euros, es decir, el 13,2% del balance de Banco Pastor.
Dura y complicada papeleta la que tiene por delante Ángel Ron, que sigue trazando un plan milagroso que deshaga el enredo de una de las cifras más altas de exposición y activos tóxicos del conjunto del espectro financiero español.