El Ejecutivo parece haberse cansado de los continuas llamadas de atención que le han hecho a Bankia para que sanee por sí sola su balance de activos tóxicos. El último tirón de orejas ‘oficial’ se lo dio el FMI, mediante un informe en el que – sin mencionar su nombre – lanzaba el mensaje de saneamiento de “algunas entidades” con urgencia.
Es más, hay quién dice que detrás del informe remitido desde el organismo que dirige Christine Lagarde, se encuentra la rúbrica del mismo ministro de Economía, Luis de Guindos.
Sin embargo esta vez parece que la paciencia del Gobierno con Rodrigo Rato parece haberse agotado. Según publica el diario Expansión, El gabinete dirigido por Mariano Rajoy estaría preparando un plan de saneamiento para Bankia, en el que obligaría a la entidad a sanear su balance, e incluso a dar salida a parte de la cúpula directiva, empezando por el consejero delegado, Francisco Verdú.
Lo cierto, es que de momento la entidad está protagonizando el mayor correctivo de la sesión bursátil, que se enfrenta a los rumores que afirma a que el Estado inyecte capital en Bankia mediante los bonos contingentes convertibles remunerados al 8%. Una inyección de capital que apunta a la horquilla de entre 5.000 y 7.000 millones de euros.