Bankinter ha sido condenada por un juzgado de Valencia a devolver 250.000 euros a un matrimonio por no advertirles del riesgo que corrían al adquirir bonos de Lehman Brothers, entidad americana que finalmente se arruinó en 2008.
Cuando este matrimonio invirtió en Lehman Brothers, ya existían rumores sobre la mala situación financiera de la misma, así como diferentes informes de agencias de calificación afirmando del serio riesgo de quiebra. Sin embargo, Bankinter tardó un año en contactar con los clientes, y fue para informarles por escrito que había perdido los 250.000 euros que había invertido. Por tanto, les privó de vender, amortizar o cancelar su inversión.
Según dicta la sentencia, hubo omisión informativa, falta de diligencia, transparencia y buen uso financiero por parte de Bankinter, quien ofertó el producto como "seguro y de buena rentabilidad".