El director general, Mark Thompson, ha presentado un nuevo plan de reducción de gastos, para compensar la congelación de las 145,5 libras al año que cada británico paga para financiar a la cadena pública.
En concreto la BBC, pretende despedir hasta 2.000 empleo de aquí a 2017, periodo en el que cerrará algunas de sus sucursales y eliminará parte de la programación habitual.
En un principio, la emisora prevé que las bajas sean voluntarias aunque no ha descartado que tengan que ser llevadas a cabo de manera obligatoria.