El beneficio neto de Toyota Motor ha caído un 57,5% entre abril y diciembre, los primeros nueve meses del año fiscal nipón, hasta los 1.618 millones de euros.
Un descenso que el gigante nipón del motor atribuye a los efectos del terremoto de marzo pasado y a la apreciación del yen.
Pero pese a los malos datos, Toyota ha revisado al alza su previsión de beneficio para este ejercicio fiscal, que termina el 31 de marzo y en el que espera ganar unos 1.991 millones de euros, un 11,1% más de lo estimado en diciembre.