El tiempo corre muy deprisa para Sacyr Vallehermoso. El 21 de diciembre, vence el plazo para que la constructora haga frente a su deuda de 4.900 millones de euros. Una deuda contraída por un préstamo con el que compró su participación en Repsol y a la que le tiene que encontrar una solución en menos de un mes.
Sacyr Vallehermoso ya ha pedido una prórroga de tres meses a sus bancos acreedores para ganar tiempo. Y es que necesita encontrar un comprador que adquiera entre un 8% y un 10% del capital.
De esta manera, sobre la deuda en cuestión, la última propuesta consisitiría en renegociar 2.265 millones, amortizar otros 2.135 millones vendiendo el citado paquete a un tercero y que el resto, 534 millones, lo asuman los bancos.