Esta mañana Rajoy aseguraba que el Gobierno estaría dispuesto a prestar o inyectar dinero público para salvar Bankia, pero que sería su “última intención”. Aun así, el Consejo de Ministros, decía, va a tomar “medidas importantes”, que no ha querido detallar, con el “objetivo fundamental” de que no haya “ninguna duda” sobre la solvencia de las entidades.
Su intención, según el Presidente, es que “no haya dudas”, que “haya claridad”, y que “los bancos puedan financiarse fuera de España”.
Ante estas declaraciones, unas horas después, Rodrigo Rato, el hasta ahora presidente de Bankia, ha presentado su dimisión.
Pero nada aquí es fruto de la casualidad. Hay que recordar que hace unos días, el Fondo Monetario Internacional indicó que una entidad española de gran tamaño, y con problemas para cumplir con las normas de provisiones y capital, debería mejorar su gestión y su gobierno corporativo….más claro, agua.
Si a esto le sumamos que la posible intervención para sanear la entidad por parte del Gobierno pasaba por un cambio en la cúpula, aun más claro. Rodrigo Rato ha querido poner las cosas fáciles al responsable de Economía.
La verdad es que la relación entre Luis de Guindos y el hasta ahora presidente de Bankia no ha sido de color de rosa. Esta “relación” entre ambos ya se desquebrajó cuando el Gobierno impuso una fuerte limitación de sus salarios, dado que la entidad había recibido 4.465 millones de euros de ayudas públicas.
Después de todo, se ha ido y lo ha dejado claro, ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en Bankia. Abandona con los deberes hechos, dice. Y destaca como uno de los mayores logros el haber sacado la entidad a bolsa en la mayor Oferta Pública de Suscripción en tan sólo 5 meses.
Hay que recordar que el que fuera ministro de Economía con José María Aznar
y director gerente del Fondo Monetario Internacional, llegó a presidir la entidad en 2010. Rato accedió a la presidencia de Caja Madrid en enero de ese año. A los pocos meses, la entidad impulsó una fusión con Bancaja y otras cinco pequeñas cajas locales, que dio lugar a Banco Financiero y de Ahorros (BFA)la mayor alianza de cajas del país.
Mientras tanto, el otro protagonista de la historia, José Ignacio Goirigolzarri, dejó el puesto de consejero delegado de BBVA en septiembre de 2009, por, según dicen, desavenencias con el presidente de la entidad Francisco González. El propio Rato trató, en aquel entonces, de recuperar al directivo como consejero delegado de Bankia, pero Goirigolzarri declinó la propuesta.
Algo que parece haber repensado tras el anuncio de hoy. Con o sin la imposición del Ministerio de Economía, lo que está claro es que se ha recurrido a un banquero de prestigio para intentar reflotar una entidad.
¿Qué sabemos de quien fuera consejero de BBVA?
La salida de Goirigolzarri de BBVA se atribuyó en su momento, a las divergencias que mantenía con el presidente del banco, Francisco González. En aquél momento, su salida del mismo levantó mucha polémica entre la opinión pública porque se fue de BBVA con una jubilación de 57 millones de euros.
Hay que recordar que llegó al banco en 1978 en el Área de Planificación Estratégica y en sus 30 años en el grupo, ha pasado por BBV Holding, el Comité de Dirección o la Dirección general de BBVA, gestionando las áreas de banca al por menor, pensiones, banca privada y E-Banking.
Ya por aquel entonces, hay que situarse en septiembre de 2009, se empezó a especular con que el Banco de España le llamaría para ponerle a dirigir alguna caja con problemas. Eso fue en 2009. Al parecer, tres años después, este “plan” vuelve a ser portada.