Casi nadie confía ya en España

Si ayer estaba en Berlín hoy va a estar en París, en donde va a explicar al ministro de Economía cuáles son los planes del Ejecutivo. Pero da toda la sensación de que esta ofensiva del Gobierno llega tarde, ya que la prima de riesgo sigue en máximos, el bono a 10 años permanece en el 7,6% y la curva de tipos del país cada día está más plana. Es decir, que estamos pagando prácticamente lo mismo por vencimientos a corto plazo que a largo.

Parece que casi nadie confía ya en España. Que hasta el más optimista –se lo dije ayer- ve ya el rescate a la vuelta de la esquina y, sin embargo, da la sensación de que entre la clase política nadie se ha enterado de la misa la media. Gobierno y oposición lejos de acercarse en busca de un Pacto de Estado, se alejan como polos que se repelen. Las Comunidades Autónomas buscan su propio beneficio para que al loro no le falte el chocolate. Y si no hay para comprarlo, se le pide a papá Estado. O al único banco al que pueden acceder, como dice Cataluña, al del Tesoro de España que como padre que no puede con sus hijos, prefiere comprar todos los caprichos con tal de que los niños estén callados y no levanten la voz porque resultan molestos.

Y cuando se trata de buscar responsabilidades. Mejor no hablar. El ex Gobernador del BdE, MAFO, asegura que no tiene que hacer autocrítica, que se la hagan otros.. ¿Dónde queda entonces la autocrítica? Y como MAFO no deja de ser político, ahí están también los motivos por los que considera que Rato no debió ser cesado: Dice que no debió serlo por ser “una personalidad internacional”. ¡Ole los motivos! Como les decía. Al loro que no le falte de nada, que ya son otros los que hacen la dieta por él. El problema va a estar como vengan los hombres de negro. Ese día el loro sólo comerá pipas de las baratas. Pero también el Estado. Y como decía Alfonso Guerra, a España no la va a conocer ni la madre que la parió.