Sin control, sin que nadie le pusiera remedio y con el ‘visto bueno’ del Banco de España, Dexia Sabadell lleva más de 10 años concediendo enormes préstamos a la administración pública – tanto a entidades locales, como autonómicas – a muy largo plazo. La más beneficiada sin duda ha sido Cataluña y más en concreto el Gobierno tripartito. La filial del Sabadell ha concedido 2.100 millones de euros en menos de cuatro años – desde 2004 a 2008 – prácticamente el 70% bajo el mandato de Pascual Maragall.
La enorme fluidez de crédito a Cataluña y la cercanía del presidente del Grupo, Josep Oliu con el PSC, no es casualidad, prácticamente el 60% de la cartera de la capacidad inversora de Dexia Sabadell ha ido destinada a engrosar y financiar a la CCAA.
Sin embargo, y aunque parezca incomprensible – según confirman fuentes cercanas a la entidad a Diario Financiero – la dirección del banco y del Grupo Sabadell han sido siempre conscientes de que la Generalitat es incapaz de hacer frente a sus obligaciones, es más la intención de Dexia Sabadell es – y ha sido – dejar que el Banco de España le intervenga, tras haber financiado sin límite al sector público. Es decir que el ‘agujero’ que la administración pública ha creado en Dexia Sabadell será rellenado por el Banco de España con dinero público, en otras palabras, serán los españoles los que paguen la concesión sin control de Dexia Sabadell. Las mismas fuentes han afirmado a Diario Financiero que Dexia Sabadell será intervenida antes de que termine el año.
Un ‘chollo’ para el tripartito
El primer gran ingreso se produjo en 2004, la Generalitat firmaba con Dexia Sabadell un crédito por valor de 500 millones de euros a un plazo de 30 años; sin embargo al año siguiente la filial del Sabadell le concedió al Gobierno liderado por Maragall otros dos préstamos más por valor de 600 y 400 millones de euros, ambos a muy largo plazo (30 años). Es decir en tan sólo 2 años, Dexia Sabadell concedió el 33% de su cartera de balance a una administración pública.
Con la llegada de Montilla, los ingresos comienzan a hacerse mediante el Institut Catalá de Finances – un organismo que depende al 100% de la Generalitat – de nuevo y entre 2007 y 2008, las arcas catalanas vuelven a engordar otros 600 millones de euros, lo que sumado a los créditos anteriores asciende a 2.100 millones de euros en tan sólo cuatro años.
Una maniobra que lejos de parecer suicida, está diseñada con el único objetivo de dejar caer a Dexia Sabadell desde dentro y ser – antes de que termine 2011 – intervenida por el organismo que, aún hoy, gobierna Miguel Ángel Fernández Ordoñez.
Dexia Sabadell, el 'bono basura'
La "cuestionable calidad" de Dexia Sabadell, no es ninguna novedad, la agencia de calificación de riesgos Moody's recortaba a principios de este mes en un escalón la valoración crediticia a largo plazo de la entidad, que se coloca en dentro del 'bono basura' (hasta el nivel de Ba3), dada la gran sensibilidad que mantiene a entornos adversos.
Además, Moody's apunta que todos los rating de Dexia Sabadell se mantienen bajo vigilancia de cara a una eventual rebaja. Una sucesión de acontecimientos que comenzaron el pasado mes de octubre cuando el consejo de administración del banco franco-belga Dexia y el Estado belga cerraron la nacionalización de parte de esta entidad.