El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ha optado por esta suspensión asegurando que ninguna de las ofertas no vinculantes presentadas eran competitivas. Así, tan sólo el Popular y el Santander habían presentado pujas competitivas por la entidad nacionalizada. El Sabadell, el BBVA y Kutxabank, no realizaron ofertas relevantes, a juicio del FROB. Las incertidumres sobre el mercado financiero y la falta de ayudas han provocado el fracaso de la subasta.
Para evitar su venta, el Estado se acoge al Memorando de Entendimiento con Europa, que da de plazo hasta 2015 para vender la entidad dentro del proceso de reforma del sector financiero. Así, el Gobierno tendrá que decidir ahora si deja la subasta para un mejor momento o fusiona el banco con Bankia.