Ikea, en busca de 38.000 trabajadores en España

Las 14 tiendas y el centro comercial que Ikea mantiene en España, se le queda pequeño al gigante sueco que ya dibuja el esquema de una estrategia por la que planea invertir hasta 2.500 millones de euros. Un desembarco de euros que se traducirá en la apertura de otras trece nuevas tiendas y ocho nuevos

Lo de vender muebles de diseño a precios bajos, sigue funcionando en España. Ikea ha incrementado su número de visitas – entre septiembre de 2010 y agosto del año pasado – un 5,6%, o lo que es lo mismo 38 millones de clientes que durante poco más de un año han deambulado por los extensos pasillos de la superficie que firma sus productos con extraños nombres y apellidos suecos.

Sin embargo, tal y como ocurre en otros sectores, la regulación que protagoniza la legislación española no deja de poner barreras y obstáculos en la ampliación de la marca por la piel de toro. “Seguir invirtiendo en España es un privilegio que Ikea puede permitirse por no cotizar en bolsa”, ha asegurado su directora general, Belén Frau, a la que no se le olvida la compleja situación de la economía española, ni la problemática imagen que nuestro país proyecta en el exterior, “no habría ningún consejo de administración de una empresa cotizada que autorizase ahora mismo invertir así en España, dada la mala imagen internacional que tiene el país”, afirmó Frau.

Los principales baches que encuentra el gigante en nuestro país se localizan en dos comunidades, Navarra y Cataluña, ambas autonomías, las que según el director mundial de Expansión de Ikea, Sylvain Laval, las que presentan más trabas en el ámbito de la expansión urbanística. Lo que si parece un hecho, es que Ikea, a pesar de querer repetir los resultados en su facturación, sigue sin renunciar a rebajar los precios un 2% de media.