Hubo dos Españas en el campo. La primera dejó el corazón helado. La segunda fue ejemplar hasta que dejó de serlo al liberarse de mala manera de la tensión acumulada en las últimas concentraciones. Puede que la selección haya recuperado el primer puesto del ránking mundial pero no será por el juego desarrollado el pasado viernes cuando jugó los peores cuarenta y cinco minutos de la era Del Bosque.
En parte, por los problemas para armar defensa, pero especialmente por una cuestión de actitud, el equipo de Vicente Del Bosque perdió su esencia y solo recuperó el pulso en el segundo tiempo. En gran parte por la irrupción de Iniesta, por el acierto de Cesc, y porque apareció Pedro, que hicieron reconocible al equipo. Del Bosque citó a diez futbolistas del Barcelona y armó un equipo con cinco del Real Madrid, por eso de que vienen más rodados. La defensa fue marca blanca, con Iker, Ramos, Albiol y Arbeloa, a los que se juntó Javi Martínez. Ni empezó el juego ni se impuso para frenar a los chilenos…
La primera parte terminó con dos a cero en el marcador a favor de Chile, pero aun pudo ser peor si no es por una mano de Iker Casillas y por el error en la elección de Alexis, en una contra. El martes, en Logroño, contra Liechtenstein, difícilmente Del Bosque repetirá esa defensa que no funcionó, según el seleccionador porqué al equipo le faltó "actitud". Después del empate de ayer entre Escocia y la República Checa (2-2), a España le basta con ganar a Liechtenstein para certificar su billete a la próxima Eurocopa de Polonia y Ucrania.
"Del Bosque nos pidió que no recibieran tan fácil, que apretáramos desde los laterales, que nos situáramos mejor para dejarle menos distancias…", explicó Javi Martínez refiriéndose al mensaje del entrenador en el descanso. Con eso y con los cambios, España ganó juego interior, tapó mejor las bandas y se rearmó entorno al balón. Xavi no jugó mejor que en el primer tiempo, pero se encontró con Iniesta y a partir del de Fuentealbilla creció el grupo. Entonces, Javi Martínez, central improvisado, dejó de sufrir. "En la segunda parte, he disfrutado viendo jugar a Andrés", apuntó.
"Nos colocamos mejor", resumió Xavi. "No teníamos líneas de pase, fue una cuestión de posición". La selección chutó a puerta 10 veces en el segundo tiempo por una en la primera parte, consecuencia de que dio el 86 por ciento de los pases en campo contrario. Si en el primer tiempo tocó el balón 229 veces en terreno chileno, en la segunda subió a 387 y la posesión, lógicamente también fue más alta. Aunque Borghi, seleccionador chileno, personificó en Iniesta la mejora española en el segundo tiempo. "Da gusto verle, la simpleza que tiene, cómo aprovecha los movimientos de sus compañeros", le elogió, de nuevo Pedro Rodríguez dejó sentir, también, su contagiosa hiperactividad.
A menudo eclipsado por el talento que le rodea, Pedro demostró otra vez que tiene una incomparable capacidad para iniciar la presión, aunque solo sea porque suele estar siempre en su sitio. Le inyectó nervio al partido en la recuperación, motivando la pérdida del balón a los chilenos repetidamente, y siempre fue opción de pase por dentro y por fuera. "Hemos encontrado gente entre líneas… Un poco por amor propio y orgullo, pero también porque estuvimos mejor situados, pudimos darle la vuelta al partido", celebró Xavi que cumplió 102 partidos con La Roja. ¿Y Pedro? "Espectacular, como acostumbra", admitió el volante catalán.