La primera traba de algunas empresas españolas es su exposición a la deuda lusa. Una situación que según Jorge Scharfausen, vicepresidente del Círculo de Empresarios y Gestores Españoles y Portugueses sólo afecta a las más grandes, a aquellas que favorecen o dificultan la entrada de capital. Sin embargo, la mayoría de las empresas que deciden invertir en Portugal son pymes. En este sentido, Scharfausen ha destacado en Gestiona Radio que lo que más les dificulta es la actual coyuntura económica de caída del consumo, de paralización de actividad y en definitiva de crisis. Ahora, miran de reojo a lo que puede ocurrir tras la adopción de medidas de austeridad por parte del gobierno portugues como la subida del IVA, la prolongación de la edad de jubilación, la eliminación de una paga extra… "Es un palo para las empresas españolas, están sufriendo con estas medidas en especial con el incremento del IVA que mermará el consumo y encarecerá los costes y por supuesto que ya lo estan notando", ha apuntado. A pesar de este entorno de desconfianza e incertidumbre los datos demuestran que nuestros vecinos también son buenos socios comerciales. Prueba de ello es que más de 600 empresas tienen más del 25% del capital portugues o que más de 500 empresas españolas tiene inversiones en Portugal. A la inversa, los sectores portugueses que más apuestan por España son los relacionados con la energía y la logistica. En cuanto a las zonas, las grandes se decantan por Madrid y Barcleona y las medianas por regiones como Galicia, Extremadura y Andalucía.
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