A Rodrigo Rato le crecen los enanos al frente de Bankia y su matriz, el Banco Financiero y de Ahorro.
José Luis Olivas, presidente de Bancaja, se atrinchera al frente de la valenciana, e impugna el consejo de Administración de BFA en el que se reclamaba una auditoría sobre las valoraciones hechas al Banco de Valencia antes del proceso de integración.
Sigue empeñado en no marcharse de Bancaja, pese a que el Banco de Valencia ha tenido que ser intervenido por el Banco de España y será subastado en las próximas semanas.
Ahora, el valenciano, se enroca y se enfrenta a la dirección del Banco Financiero y de Ahorro –donde Bancaja posee el 37,7%-.
Se niega a que se auditen las cuentas del Banco de Valencia antes de la integración, por lo que integrará el el último Consejo de administración de Banco Financiero y de Ahorros.
Una medida con la que Rodrigo Rato, presidente del grupo, y su equipo quieren evitar responsabilidades ante las demandas de los pequeños accionistas del banco.
Desde la AEB, su presidente Miguel Martín, dice que, si por él fuera, Banco de Valencia dejaría de existir.