El director financiero de Banco Popular, Jacobo González-Robatto, ha anunciado que el banco suspende el pago del dividendo previsto para octubre, aunque el banco confía distribuir el 50% de su beneficio entre los poseedores de títulos, el año que viene.
De esta manera, el plan prepara un plan de urgencia para poder cumplir con las exigencias que incluyen las dos primeras reformas financiaras aprobadas por el Gobierno. En el plan se incluye un saneamiento por valor de 9.300 millones de euros, una estrategia con la que González-Robatto prevé además mantener el ratio de capital mínimo, ubicado en el 10,08% en 2012, en el 10,98% el año que viene u en 12,16% en 2014, fijado por la Autoridad Bancaria Europea.
Con respecto a la gestión de sus activos inmobiliarios, González-Robatto ha confirmado que el banco del que es responsable financiero creará su propio banco malo: "Popular mantendrá y acelerará el proceso de venta de activos no productivos, gestionando los activos inmobiliarios y crediticios dudosos separadamente", ha añadido.
Sin embargo las perspectivas que maneja la entidad sobre sus resultados son optimistas, Popular calcula que el próximo año cerrará al menos un beneficio superior a los 540 millones de euros, cifra que alcanzará los 1.410 millones de euros en 2014.
Sin embargo el objetivo principal de Banco Popular sigue siendo subsanar el déficit de capital para evitar la emisión de CoCos a la que tendría que recurrir el FROB, como una auxilio por precaución, si la entidad presidida por Ron no hubiese alcanzado los recursos suficientes para cumplir antes del próximo junio.
Los títulos de Popular ha sido suspendidos de cotización esta mañana, antes de que se presentase este nuevo plan de negocio. Sin embargo, a las 11.00 las acciones han vuelto a rodar en el parqué con un desplome del 10%, y se cambiaban a 1,5 euros/título.