Sorprendía la conjura que ayer hacían evidente varios bancos centrales – Japón, Canadá y Suiza, junto con el BCE y el FMI – en la que prometían duplicar su inyección en los mercados. Y sorprendía el rebote , que a cierre de mercados, sufrían las bolsas europeas inundadas de un tremendo optimismo.
Sin embargo, y tras la euforia de ayer, hoy la resaca nos trae una pregunta: ¿qué hay detrás de esta decisión?, la respuesta se observa en los valores de las bolsas que más repuntaron – el DAX alemán y el CAC 40, sin olvidarnos de un IBEX que repuntaba un 3,5% – todos ellos entidades financieras.
La inyección de capital en los mercados, por parte de las instituciones monetarias, fue muy celebrada por los bancos alemanes y franceses, la explicación es simple. Las entidades galas son las que más exposición a Grecia e Italia mantienen en cartera, y las segundas tras Alemania, con mayor presencia de bonos españoles. Países y deudas – la de estos periféricos – que no dejan de estar bajo la lupa de la desconfianza internacional y la sombra del rescate, en el caso de España e Italia.
Las entidades en el punto de mira
Es más, poniendo nombres y apellidos, no es de extrañar el tremendo repunte de Crédit Agricole o Natixis, ambas con rebotes cercanos al 10%, ambas, de las más expuestas a las deudas periféricas.
Tampoco pasa por alto la fiesta de bancos italianos en el MIB, tanto Mediobanca como el Populare avanzaron un 7%, y en España donde las dos entidades más afectadas por la reestructuración del sistema financiero, Bankia y Banco Sabadell se anotaran más de un 9%, frente a otras de la banca como Santander y Caixabank que repuntaron un 2%.
Por ello, no es de extrañar que esos grandes bancos a los que los las instituciones centrales no quieren dejar quebrar estén entre esos nombres, más en concreto entre las galas Crédit Agricole y Natixis.