'Rabieta' de Kirchner contra Brufau mientras YPF sigue sin encontrar un socio que le sostenga

Cuándo Miguel Galuccio, presidente de YPF, presentó las cifras de 2012 de la petrolera – las primeras en solitario, tras la expropiación – el avance de la compañía parecía bastante alentador para el gobierno argentino: aumentó la producción de crudo, el beneficio cayó menos de lo previsto, y lo que es más importante, YPF afirmó en sus resultados que la inversión había aumentado un 25,6%, por lo que Fernández Kirchner tenía las pruebas necesarias como para mandarle un mensaje a Repsol: A pesar de la expropiación, los inversores extranjeros continúan confiando en la seguridad jurídica de Argentina.

Es más, el presidente de YPF, afirmó en esa presentación de resultados que – a pesar de la expulsión de Repsol – la petrolera encontraría otro socio con el que explotar con mayor potencia el yacimiento estrella: Vaca Muerta.

Sin embargo el barniz que Galuccio pintó para Kirchner, no ha tardado mucho en desprenderse y mostrar la verdadera situación que está atravesando YPF.

Tras la nacionalización de la petrolera, YPF y el gobierno han intentado firmar desesperadamente el acuerdo que les permitiera aprovechar los recursos petrolíferos del país con distintas compañías extrajeras. Los contactos han sido numerosos, pero la firma del ansiado acuerdo sigue sin llegar un año después. Gigantes petrolíferos estadounidenses ya le han dado su 'no' a Kirchner, debido a la falta de seguridad que Argentina mostró con su 'expropiación agresiva' a Repsol. Chevron es un ejemplo, la compañía de EEUU no confía en la justicia argentina, y le exige garantías para poder sellar un acuerdo.

Ante la negativa estadounidense, las intentonas de YPF han ido dirigidas a petroleras chinas con presencia en el país sudamericano. Sin embargo la firma no llega ante la desesperación de Galuccio.  El motivo es el elevado riesgo que supone para una compañía extrajera un acuerdo firmado con el gobierno argentino. Es más, según los analistas de consultoras energéticas, “el problema no lo tiene YPF, lo tiene el país y la poca credibilidad que aporta, dado que su calificación crediticia está por debajo, incluso, de la que acumula la propia petrolera nacionalizada”.

El avance en 2013 puede convertirse en un auténtico 'via crucis' para la compañía. Encontrar un socio es fundamental para evitar que el castillo de naipes se derrumbe, ya que YPF no aguantará un año más en solitario. La tendencia de sus resultados en el primer trimestre del año confirman que el beneficio seguirá cayendo, y que el Ejecutivo de Fernández Kirchner no tiene el suficiente potencial económico como para seguir sosteniendo las cuentas de la petrolera.

Un efecto que se observa en el avance que han tenido los títulos de la empresa argentina en bolsa. El precio de la acción de YPF ha caído un 70% en tres años. No ocurre lo mismo con los títulos de Repsol, que – sin el arrastre de la argentina – ha conseguido repuntar un 50%.

Un punto de inflexión, en el que casualmente, Galuccio anuncia que denunciará al presidente de la española, Antonio Brufau, ante la justicia de Argentina por supuestos sobre sueldos en negro.