Una operación que le ha generado un incremento bruto del patrimonio de más de 78 millones de euros aunque no produce efectos en la cuenta de resultados.

En concreto, Repsol ha colocado un paquete de algo más de 61 millones de acciones propias a un precio de 22,35 euros por acción, más de un 6% superior al precio al que las adquirió el pasado 20 de diciembre a los bancos acreedores de Sacyr.

Tras esta venta, a la petrolera todavía le queda otro 5% correpondiente a esa recompra a Sacyr. Al parecer, la compañía mantiene abiertas todas las opciones, como la de realizar otra colocación similar o bien proceder a venderle el paquete o parte del mismo a un inversor interesado.

De momento y con la operación de hoy, Repsol dice que ha reforzado su posición de liquidez enfocándose al desarrollo y el cumplimiento de su plan estratégico. Lo cierto es que sufre un abultado desplome hoy en bolsa, al ajustarse a este 5% de descuento aplicado en la colocación.