Repsol paga este martes a sus accionistas un dividendo bruto de 0,57 euros por acción, con cargo a sus cuentas de 2011, lo que supone un incremento del 10% con respecto al abonado en 2010.
Para hacer frente a este pago, la petrolera deberá desembolsar unos 705 millones de euros, de los que 141 millones irán a Sacyr Vallehermoso, propietaria del 20% de la compañía; 91,4 millones para CaixaBank (12,9%) y 66,9 millones para Pemex, que tras el pacto con Sacyr controla el 9,4%.