Ya lo adelantaba ayer el consejero delegado de Unicredit, Federico Ghizzoni, la sequía de liquidez a la que se asoma el sector financiero europeo es más que evidente. El espejo de lo que decía ayer Ghizzoni, lo conocemos hoy: la banca italiana ha multiplicado por cuatro sus peticiones de liquidez, en tan sólo seis meses. Es más, los 41.300 millones que el músculo financiero transalpino damandaba a la institución monetaria en junio de 2011, ha escalado en noviembre a 153.200 millones de euros, una cifra que le vale al país que – ahora preside el tecnócrata Mario Monti – para entrar de lleno en el grupo de los 'lastres' que completan Grecia, Portugal, Irlanda y también España.
Este último movimiento de los bancos italianos no es casualidad, durante los últimos meses, la 'bota' que dirige un gobierno tecnócrata se ha visto fuertemente sacudida por la crisis de deuda que azota al Viejo Continente, y en el pasado mes de noviembre Italia ha visto como su prima de riesgo ha escalado hasta niveles en los que otros como Grecia o Irlanda fueron rescatados.
La réplica del terremoto de la crisis de deuda, hace sacudirse al sector financiero
La principal víctima de la tormenta, vuelve a ser el sector financiero italiano, es más – a parte de la desorbitada subida de las peticiones de liquidez – los ejemplos del 'comprometido' momento por el que atraviesa la banca italiana no dejan de presentarse.
El último caso, el de Unicredit, el mayor banco italiano se prepara para lanzar una ampliación de capital de 7.500 millones para cumplir con las 'severas' normas que exige la Autoridad Bancaria Europea.
¿Y la banca española?
La maniobra de las entidades transalpinas, sin embargo quedan muy lejos de la estrategia que están llevando a cabo los banco españoles.
La entidad que preside Francisco González fue la primera en lanzar el reclamo: “emisión de bonos convertibles”, una operación en la que según la nota que BBVA ha remitido a la CNMV y a la Prensa, la entidad destaca que "los clientes tenedores de las acciones preferentes distribuidas, tienen la oportunidad de sustituir sus participaciones al 100% de su valor nominal por bonos obligatoriamente convertibles en acciones”.
A esta maniobra de recapitalización de liquidez, llevada a cabo por BBVA, le han seguido las que han efectuado tanto el Banco Santander, como el Sabadell.