Aunque sin confirmación oficial por parte del grupo industrial germano, el diario Börsen Zeitung lo da por hecho. Siemens pretende recortar más de 10.000 empleos dentro de su política de ahorro para este año. Dice el rotativo que el dirigente de la firma (Peter Löscher) ya anunció el 26 de julio que estaba esperando un “programa de mejora de costes, de productividad, de eficiencia y de procedimientos”, aunque descartó que su prioridad fuese prescindir de puestos de trabajo.

Ese mismo día, Siemens publicó un 78% más de ganancias en el primer trimestre de su ejercicio fiscal en comparación con el mismo periodo del año anterior y, a pesar de cifrar en más de 19.500 millones de euros su cifra de negocio, en el acumulado de los 9 primeros meses del año su beneficio bruto era casi un 35% menos que el obtenido en 2011. En parte, dijo la compañía, por la caída de los pedidos recibidos en un 23% entre abril y junio.

Unos datos que Peter Löscher utilizó para rebajar sus perspectivas de negocio para lo que queda de ejercicio, por el recrudecimiento de la crisis económica en la zona euro y la desaceleración del crecimiento de los países emergentes.