La compañía surgida de esta vinculación "será el segundo mayor operador integrado del país" y estará participada en un 70% por Telefónica y en un 30% por el Estado colombiano, que podrá incrementar su presencia en el capital de la nueva empresa hasta en un 3% en 2015.
La operación será efectiva una vez haya sido aprobada por las juntas de accionistas de ambas compañías, que se reunirá el próximo 24 de abril.
Esta fusión está condicionada al cumplimiento, entre otros compromisos, de la aceptación por parte de Colombia de un 48% de las obligaciones de pago no vencidas de Colombia Telecomunicaciones y la modificación del contrato de explotación para extender por seis años esas obligaciones.
Gracias a estos acuerdos, la deuda financiera neta de Telefónica se reducirá en 1.300 millones de euros. Además, la compañía espera la captura de importantes sinergias en los próximos años.