Pemex reconoce que está en contacto con todos los accionistas para cambiar la gestión de Repsol

Se ha referido también al otro gran dolor de cabeza de los accionistas de la entidad que preside Antonio Brufau. Para calmar los ánimos, Suárez se ha tenido que sentar con sus inversores. Dice que no beneficiará pagar dividendos si eso implica no hacer inversiones rentables. Algo que los accionistas de Repsol temen que pase con su compañero de alianza: Sacyr.

Y es que la constructora tiene que convencer a sus acreedores de que refinancien el crédito pendiente de casi 5.000 millones de euros que vence el próximo 21 de diciembre y que está garantizado con las acciones en Repsol. En caso de que Sacyr no logre refinanciar el crédito y su participación en Repsol se vea afectada, el feliz matrimonio se rompería.