Kaiser a 300

Schumi y Formula Uno siempre irán de la mano. Son como la pareja de abuelitos que nunca se separan, que se pelean continuamente pero que no pueden vivir el uno sin el otro. El alemán decidió en el año 2006 abandonar el gran circo, aunque sin terminar de desvincularse del todo. El GP de Brasil parecía ser el último donde el Kaiser pilotará un monoplaza, al menos de forma oficial. Pero finalmente no fue así, aunque ese Gran Premio pasará a la historia por ser el último donde “Il Cavallino Rampante” llegara con Schumi al volante.

Cuando se retiró, todos los aficionados a este gran deporte recordábamos los años de leyenda que nos había regalado este piloto, e incluso eramos conscientes de cómo se había forjado esa leyenda. Sobre este “nacimiento”, como todo buen mito, se cuenta dos versiones -y muy seguramente ninguna de las dos sean totalmente ciertas-. De lo que estamos seguros era de la edad del precoz piloto, tan sólo 22 años. Unos dicen que pagaron para conseguir el asiento, otros que Willy Weber, su manager, recibió la llamada de Eddie Jordan. Desconocemos la verdad, pero conocemos el increíble resultado con el que Michael dejó boquiabiertos a todos, séptimo en parrilla con un monoplaza deficiente.

En diciembre de 2009 saltaba la noticia: “El Kaiser vuelve a la pista”. Con ese titular, el piloto alemán intentaba agrandar su leyenda, y superar su propio récord con siete títulos mundiales. Sin embargo, no ha podido ser así. Lo que nadie le quita a Schumi son sus triunfos, sus poles y sus carreras disputadas que, con la de este fin de semana son…300.