No pudo ser el sábado ante Inglaterra en Wembley (1-0) y tampoco fue en la noche del martes ante Costa Rica. La Selección Española tampoco pudo vencer al combinado costarricense en esta pequeña gira de partidos amistosos, al menos el resultado se quedó con un maquillado empate (2-2) que sirve para auto convencerse y seguir demostrando al panorama mundial de fútbol que en lo que a resultados y juego se refiere aquí nada ha cambiado y, que a pesar de los ya acostumbrados tropiezos en choques amistosos, los de Del Bosque siguen siendo los más temidos en esta práctica deportiva.
En el estadio de San José, David Villa y Villa aparecieron para en los últimos diez minutos de partido empatar un choque que desde muy pronto se puso muy cuesta arriba. Ya en el descanso los locales estaban dos tantos arriba después de que Brenes y Campbell consiguiesen adelantar a su equipo en dos ocasiones, la primera de ellas tras un garrafal de Íker Casillas en el partido en el que el portero cumplía 127 partidos como seleccionado y alcanzaba a Andoni Zubizarreta, uno de esos errores que quedan en la anotados en la historia pero que nunca emborronarán la trayectoria del guardameta madridista.
En el segundo tiempo, con una España que no llegó a convencer del todo, los de Vicente del Bosque consiguieron maquillar un resultado que los costarricenses intentaron evitar en todo momento con un importante carrusel de cambios.
Aunque no sirva como excusa, ya que la imagen que puede dar la Campeona del Mundo es otra muy diferente, el césped del estadio en el que ayer jugaron los chicos de La Roja no fue, ni mucho menos, el terreno más indicado para que un combinado como el nacional, con jugadores como Iniesta, Xavi o Villa, haga su fútbol.
Aún con esto, la Selección ya está en España para dejar paso a una nueva jornada de competición casera a la que los clubes esperan que sus jugadores internacionales lleguen concentrados.