Solo fue un susto

 

 

De partido intrascendente y sin tensión a amago de infarto en el Camp Nou. En tan solo una frase se puede resumir el partido de Champions Barcelona y Benfica. En principio, el máximo aliciente del encuentro era el posible récord goleador de Leo Messi. El argentino saltó al campo en la segunda mitad con el objetivo de firmar dos tantos y alcanzar los 86 goles en 2012, superando así el registro goleador de Torpedo Muller. Pero esta vez la pulga no hizo vibrar a la afición blaugrana, más bien todo lo contrario. El 10 del Barça recibía un golpe del portero luso y caía al césped retorciéndose de dolor. Eso sí, a pesar del fuerte dolor Leo decidió terminar la jugada, aunque como señalaba el mismo a penas podía con el balón.

 

Esa jugada tuvo en vilo a todos los azulgranas hasta el filo de la medianoche. Las imágenes hacía presagiar lo peor, pero finalmente el parte médico del club evidenciaba una realidad: Messi ha cambiado. La acción ante el Benfica se saldaba con una leve contusión que no le impedirá jugar este domingo. Para recordar la última lesión de Messi tenemos que viajar hasta el año 2008. A partir de ese momento, Guardiola le dio una serie de recomendaciones y Leo cambió sus hábitos.

 

Antes de la llegada del ex entrenador blaugrana a Camp Barça la pulga había sufrido hasta cuatro lesiones considerables, mientras que con Pep Guardiola en el banquillo únicamente en una ocasión se perdió una convocatoria por baja medica. El argentino estuvo 10 días apartado de los terrenos de juego por una dura entrada de Ujfalusi en el partido frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Desde entonces, el argentino juega todo y su cuerpo no lo nota.