Tormenta perfecta

 

 


Después de una larga temporada, el gran circo de la Formula Uno se va a decidir en el circuito de Interlagos, última carrera del curso. La situación de Fernando Alonso parece complicada a priori y si nada cambia, ya que la fiabilidad que ha demostrado el monoplaza de Sebastian Vettel -que no la escudería Red Bull- ha sido aplastante, pero todo puede cambiar con un aliciente meteorológico: la lluvia.

 

La previsión para el fin de semana sobre Sao Paulo es nefasta para los turistas que visiten la ciudad brasileña, pero idónea para los intereses del piloto asturiano. Para el sábado, altas temperaturas y fuertes tormentas para el horario de clasificación, con un 60% de probabilidades de chubascos. Para la carrera del domingo, bajan considerablemente las temperaturas, pero no la presencia de agua sobre el trazado brasileño.

 

Además, para añadirle más optimismo a las opciones de Alonso en la última prueba del año, las dos únicas poles que ha conseguido el piloto de Ferrari a lo largo de la temporada han sido sobre mojado. Pero por si esto fuera poco, el asturiano ya sabe lo que es levantar un título mundial en el mítico circuito de Interlagos, en concreto, sus dos primeros campeonatos.