Para ser exactos, forman parte de una lista que la ciudadanía de manera soberana ha votado como la idónea para que se encargue de gestionar la miseria y acaudalar para sí y para su grey las fortunas. Es decir, los que aun mangoneando consiguen que sus malas artes huelan menos.
En esas listas cerradas y bloqueadas cabe de todo. Desde profesionales de cualquier ramo a los que les han prometido una carrera brillante y que tras cuatro años se irán asqueados de la política, hasta elementas como la parlamentaria del Grupo Popular en las Corts valencianas, Carmen Amorós, a la que le priva publicar en Twitter cualquier memez que se le pase por la cabeza, como decir que la cifra de parados en su Comunidad, 720.000, puede ser el próximo Gordo de Navidad.
Señora mía. El Gordo de Navidad hace tiempo que lo sufrimos con personajes de medio pelo como usted. En su alarde de inteligencia tuitera acusa a los diputados de Compromís de montar el numerito al mostrar carteles con esa cifra, 720.000, para sacarles las vergüenzas de su incapacidad para gestionar esta estafa colectiva. No digamos ya para ponerle freno. Ya sabemos que le importa un pimiento la suerte de los desempleados, que usted ya tiene su chiringuito montado. Pero intente que no se le note tanto. Haga el favor.