Sin acuerdos en todos los frentes

No sólo avanzar en la reforma laboral, como quiere Alemania, si no también introduciendo de una vez por todas el famoso contrato único en nuestro mercado.

Una propuesta que en un par de horas va a analizar Joan Rosell en un desayuno informativo, que seguro se estudia en Moncloa el próximo jueves en la reunión de los agentes sociales, pero que ya ha recibido dos contundentes respuestas por parte del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de los sindicatos con Tony Ferrer, de UGT, a la cabeza. Ambos dicen que de ponerlo en marcha, nada de nada.

Siguen los desencuentros en torno a las recetas que debe aplicar nuestro país para crear puestos de trabajo. Son cosas de políticos, que a veces se olvidan del drama y el sufrimiento de las personas a las que gobiernan. Pero también del problema que tienen ahora mismo las empresas encima de la mesa: la morosidad pública y privada, que amenaza el futuro del 80% de las empresas españolas. Para aliviar esa carga se supone que tenemos la aplicación, durante este año, de la Ley de Morosidad.

Como ven buenas noticias. Sin acuerdos en lo político para crear empleo. Sin acuerdos en lo político y lo privado para cumplir con los plazos de pago. Y mientras tanto las PYMES y los ciudadanos padeciendo las consecuencias del cerrojazo del crédito y la falta de circulante. Una cuestión básica en una economía que necesita como el comer que, poco a poco, el dinero empiece a fluir por sus arterias. Más que nada, porque como sigan secas, al paciente se le van a complicar mucho sus constantes vitales y con consecuencias que pueden tener tintes muy complicados