En sólo 48 horas hemos visto al Partido Popular aprobar en solitario la Ley Hipotecaria y la Ley de Costas y, si nada lo remedia, todo apunta a que la Ley de Educación irá por el mismo camino. Sin embargo, parece que la presión social ha podido con el ánimo del equipo de Mariano Rajoy, que ha decidido dar marcha atrás en su idea de aprobar hoy la Ley de Educación y dejarla para dentro de unas semanas.
El texto que prepara el Ministro José Antonio Wert cuenta con el rechazo de buena parte del sector educativo, así que se ha decidido esperar a mejor ocasión para intentar buscar nuevos apoyos. Algo que sucede cuando uno se empeña en cerrarse sistemáticamente a pactar en cualquier otro tema, y se da cuenta de que determinadas normas no pueden ponerse en práctica si no es con el acuerdo del resto de las formaciones. Aplicar el rodillo está bien en algunos casos, pero no siempre, porque al final se desperdicia la mayoría para sacar adelante temas que no tienen trascendencia. La soledad del gobierno cada vez es más criticada, como también las medidas que está adoptando, y la manera en la que pierde la oportunidad de aprobar reformas estructurales que permitan al país avanzar hacia adelante.
Y mientras tanto Bruselas empieza a preocuparse por la Ley de Vivienda de Andalucía. Ya saben, esa que permitiría expropiar viviendas a los bancos en caso de desahucio, y la que grava a las entidades financieras e inmobiliarias por tener pisos vacíos… Dice la Comisión que quiere más detalles, porque podría poner en riesgo las condiciones del Memorando de Entendimiento del rescate financiero.