El centenario de Friedman

Solo una persona fue capaz de rivalizar con  el neo liberal Milton Friedman en influencia sobre el diseño de políticas en el siglo XX, John Maynard Keynes, que tenía una concepción acerca del papel del gobierno radicalmente diferente, defendiendo una mayor intervención, en una línea similar a la que los últimos Gobiernos españoles han adoptado con el sistema financiero.

El Profesor Shleifer, de Harward, llegó a escribir un artículo titulado La era de Milton Friedman, perido de tiempo que comprendería el último cuarto de siglo, en el que la Humanidad ha vivido un extraordinario crecimiento, mejorándose la calidad de vida de millones de personas y reduciéndose drásticamente la pobreza alrededor del mundo, debido principalmente a que, según él, tanto en los países ricos como en los países pobres se aplicaron las políticas de libre mercado prescritas por Friedman: privatizaciones, libre comercio, presupuestos responsables, recortes de impuestos, etc.

 La vida de Friedman no resultó fácil, no reconociéndose su extraordinaria aportación hasta finales de los 60, culminando el mismo con el logro del Premio Nobel en 1976. Resultaba incomodo. Casi tan incomodo como resultaría hoy mismo en su valoración de las políticas económicas adoptadas por la UE y sus miembros.  Le diría a De Guindos que el intervencionismo exacerbado que mantiene el Gobierno, en defensa de todas las entidades financieras, terminará profundizando el problema del país, y lo mismo ocurrirá con la política de bajada de sueldos, de las que siempre se mostró contrario.

Quizás una muestra de algunas de las políticas que Friedman defendió, nos de idea de lo incomodo que resultó:
 
– Propugnó – y logró – el Servicio militar voluntario (Obviamente en países como USA, UK, España, no en países que luchan por la supervivencia día a día, como es Israel)
– Defendió el uso del cheque escolar para defender la libertad de elección de las familias, descargando al Estado de la necesidad de promover establecimientos de enseñanza, algo para lo que no está especialmente bien dotado.
– Propuso el impuesto negativo sobre la renta, para lograr la máxima eficiencia en la protección a personas sin recursos (se oponía a la ayuda en especies, optando por la entrega de dinero). Se eliminaría el subsidio de desempleo ya que se cubriría un mínimo de necesidades para cada circunstancia personal o familiar, a través de la declaración de la renta.
– Atacó el control de alquileres (figura similar a la de la vivienda protegida, en USA)
– Atacó la colegiación obligatoria y por supuesto las organizaciones de poder gremiales, por caracterizarse, antes o después, por crear mercados oligopolísticos, en perjuicio del consumidor.
– Ataco la Responsabilidad Social Corporativa como Objetivo estratégico de las empresas. Estas deben tener como objetivo la maximización de beneficios. La acción social corresponde a la esfera de lo personal e individual.
– Recomendó Indexación de la Deuda del Estado con el IPC. Personalmente, en la actualidad yo intentaría jugar más con el PIB que con el IPC, al objeto de vincular a los acreedores con los objetivos de crecimiento.
– Rechazó el control gubernamental de salarios y precios, por mostrase estas medidas poco eficaces y propiciar la desconfianza económica.

No resulta extraño que el Gobierno de España, cuya ideología político-económica se declara deudora de Friedman, deje pasar casi en absoluto silencio su centenario.