A por la contrarreforma laboral

Recuerden si no lo que pasaba durante la Restauración de finales del XIX y principios del XX: que no solo la alternancia era pactada, sino que servía para que unos deshicieran lo contrario de lo que habían hecho sus predecesores, y poco más por la nación que arruinarla en campañas coloniales que tenían más de nostalgia goyesca que de regeneración intelectual, patriótica o de simple posición en el mundo.

De la misma guisa, me temo que antes de aceptar un trágala legal, el Gobierno se dará toda la prisa del mundo por camuflar, como sea, los datos de este ingrato mercado laboral. Creando minijobs de 200 euros al mes, estableciendo no ya el despido libre y gratuito sino que además le cueste dinero al currito o, directamente, estableciendo periodos de prueba en una contratación a razón de cero euros al mes durante un año. Que se parece a lo de Estados Unidos, ya que hoy eligen presidente, pero allí tienen clara la conciencia de emprender, y aquí nos puede la sempiterna tendencia de vivir del cuento.