Cospedal Cospedalis

Lo segundo, y a colación de este quiero y no puedo, de ese estar y no estar: les propongo que nos detengamos hoy en esa lengua de serpiente que gastan algunos de nuestros mandarines. En particular, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

 

Lengua de serpiente, bífida. Es decir, con dos puntas basadas en la repetición de conceptos. Y  si no, miren cómo se las gastó en el desayuno de Nueva Economía Fórum. Ejemplo uno: “Hay asuntos que hoy están judicializados y me alegro de que hoy estén en sede judicial”. Ejemplo dos: “el partido está haciendo lo que tiene que hacer, y lo que tiene que hacer es”, etc. Ejemplo tres: “siempre me he sentido apoyada por quien me tenía que sentir apoyada”.

Así que para que doña María Dolores me entienda, me voy a dirigir a ella en su mismo formato e idioma. En su misma lengua bífida. Cospedal, querida, me tienes hasta donde se puede tener a quien tiene que oír lo que tiene que oír, con tal de justificar lo injustificable, justificándolos a ellos para justificarte a ti. Échale valor donde hay que echarle valor y sal al ruedo como hay que salir al ruedo, con ganas de echarle ganas, y de contar verdades de las de verdad. Y si estamos, estemos.