"La crisis parecía un simple bache… pero ha resultado ser un cáncer con mucha metástasis"

 

CARLOS BERZOSA

– El espíritu de los Pactos de la Moncloa, como ha propuesto el presidente de Mango y del Instituto de Empresa Familia, Isak Andic, no se puede reeditar, porque el contexto es muy distinto. Entonces estábamos en la transición hacia la democracia, había un sentido de la responsabilidad común de todos los partidos políticos, teníamos miedo a la crisis… Pero ahora las diferencias económicas y políticas pesan más. Cada partido tiene sus propuestas y es muy difícil ponerse de acuerdo. El PP propone medidas económicas neoliberales; el PSOE se ha visto obligado a ponerlas en marcha, pero todavía no se hace a ellas. La sociedad, para que asuma algo, tiene que tener una responsabilidad colectiva. Y que los ricos digan "ahí estamos", como han hecho Francia y Alemania.

– ¿Cuál es el origen de la crisis? La burbuja inmobiliaria y el sector financiero. Y esto no se ha solucionado todavía. No se han resuelto los problemas financieros cuando se tenía que haber hecho; no se han vendido todas las casas que hay en stock. Además, en España tenemos un mercado laboral muy dual, que permite despedir a la gente con mucha facilidad. Queremos ser un país muy moderno, y para ello hay que incentivar la competitividad, mejorar la educación.

– Hoy en día se necesita capacidad de gente que sepa asimilar las altas tecnologías, como se hace en EEUU. Yo he estudiado el desarrollo económico, y es imposible desarrollarse sin apostar por la universidad y el estudio, como están haciendo China e India. Sin embargo, ¿qué hacemos en España? Recortar subvenciones a la universidad y 'dejarla tirada'.

– Es la necesidad la que obliga. Hay que tomar medidas a largo plazo (además de las más urgentes), porque si no, dentro de 15-20 años estaremos otra vez en la misma situación que ahora y nos lamentaremos. Por tanto, hay que hacer dos cosas: una apuesta más a largo plazo y a futuro; y otra más a corto plazo y de urgencia.

– No se han hecho las cosas que se tenían que hacer ni por el G20, ni por la UE. Se ha infravalorado la crisis, nadie se la creía. Nos decían que iba todo tan bien, tan bien… y al final mire usted lo que ha pasado, qué petardazo se ha dado. Además, que nos pensábamos que era un simple bache, pero al final nos hemos dado cuenta de que no: que esto es un cáncer con mucha metástasis.

– Hay que combinar los derechos de los trabajadores con la promoción de los jóvenes. En las empresas suele haber trabajadores antiguos, que no son todo lo productivos que se quisiera, pero que saben que no se les va a despedir porque salen muy caros, debido a su antigüedad en la empresa. Pero también hay jóvenes con mucho entusiasmo, con muchas ganas de trabajar, con muchas ideas y que trabajar muy bien. Cuando llegan tiempos de crisis, ¿qué hace la empresa? Pues despedir a los jóvenes, porque le salen más baratos. Así, lo único que pasa es que al final se resiente la propia productividad de la empresa.

SEBASTIÁN REYNA

– El problema, fundamentalmente, es que en la época actual no hay contenido. En la época de los Pactos de la Moncloa el contenido era genérico. Además, sólo los firmaron los partidos políticos; la patronal y los agentes sociales quedaron al margen. Ahora, pactemos lo que pactemos, va a tener una limitación concreta, porque luego llegarán la UE y el BCE y nos delimitarán lo que pongamos en marcha.

– Deberíamos ir más al modelo de concertación entre empresarios y sindicatos, los convenios bilaterales, e ir a la definición de las políticas de estado, que son las que necesitan un nivel de atención superior.

– Se trata de regular la contratación adecuadamente, con 3-4 contratos básicos, basados fundamentalmente en la causalidad, en la verdadera carcaterística del trabajo. Es decir, si voy a crear un puesto de trabajo para 3-4 meses, tendré que hacer un contrato temporal; pero si voy a crear un puestro de trabajo estructural dentro de la empresa, tendré que hacer un contrato indefinido.

– La causa económica, que es la principal por la que se despide, está en 20 días. Pero muchas empresas (sobre todo cuando son más bien pequeñas) prefieren despedir con 45 días para evitarse los salarios de tramitación. La causa es, por tanto, legal. Porque si despido con una causa económica, el trabajador recurre y dice que no es económica, que es improcedente; el juez le da la razón, él final gana, y al final, el que pierdo soy yo.

JAVIER MENDETIERA

– Las grandes propuestas de los partidos deberían caminar al unísono. Si no existe un consenso, el ruido político que se puede generar tanto en el país, como a nivel de Europa, puede ser atroz.

– Hay necesidad de ir conjuntamente a una serie de medidas, que son las que hay que aplicar.

– La gran necesidad está en todo el desarrollo de formación educativo, y es una pena que todos nuestros jóvenes, nuestros grandes valores, tengan que salir fuera de España e irse a otros países.

– El problema es que somos muy baratos laboralmente.