Cuentas públicas de disparate

 ¿Qué, que 16 de cada 100 españoles han tenido que mudarse de casa porque no podían afrontar la cuota mensual? Pues no haberse metido, criaturas, que vais a lo loco y mira lo que os pasa.

"Nosotros no queríamos subir los impuestos, pero el año pasado España estuvo a punto de un crac y era absolutamente necesario hacer una política de mayores ingresos”, es la explicación oficial que pone el ribete a una política que no solo incumple el programa electoral del PP, sino la propia razón de ser del supuesto centrismo liberal que lo acompaña: liberar el cuello del contribuyente para fomentar la redistribución de la renta vía ahorro, inversión y consumo.

Sobre todo, porque no se puede apretar sine die, y porque es una falta de decoro apretar al respetable mientras se exonera a los grandes defraudadores. Y, para rizar el rizo, el disparate es total cuando se asegura que se ha cerrado el grifo en 20.000 millones de gasto público y los ingresos han subido en 2.000 millones. Echen las cuentas, porque si subida de impuestos más regularización fiscal dan para ganar 22.000 millones más, es que hay más estafadores que antes. Y decían, dijeron, que se trataba justamente de evitar eso.