Este lunes se va a celebrar el cara a cara entre los principales candidatos a la presidencia del Gobierno el próximo 20 de noviembre. Un debate en el que se hablará de economía y empleo, políticas sociales y un tercer bloque dedicado a democracia, seguridad y política exterior. Títulos todos ellos los suficientemente genéricos como para que no haya concreción de propuestas en ninguno.
Ese es el principal problema del debate que vamos a ver esta noche. Un formato en el que todo estará medido, donde la posibilidad de improvisar e intercambiar ideas quedará reducido a una mera exposición de ideas prefabricadas en busca del votante indeciso.