Grecia esta vez no es la protagonista y sí España que aunque fuera de la agenda llega con una misión a lo Tom Cuise cuanto menos: conseguir que los objetivos de déficit para 2012 sean menores que los actuales. Al Gobierno le gustaría ampliarlos sobre un punto más, desde el 4,4% actual al 5,4% pero también reconocen a micrófono abierto que lo más que consigan sean quizás unas décimas.
El ejecutivo corre con el reloj en contra. Los presupuestos deben estar listos antes del 30 de marzo y este mismo viernes se presentará el techo de gasto. Las cuentas del 2012 deben reflejar el ajuste adicional que debe de hacerse para cumplir sea cual sea la meta y claro, aquí en este punto no es lo mismo. 25.000 millones de euros que 15.000.
La tijera va a aparecer en las próximos presupuestos pero lo que se debate es hasta qué profundidad llegará el corte. Esperamos un poder de convicción de la delegacion española encabezada por el don Quijote Rajoy y su Sancho Panza financiero Luis De Guindos.
Ojalá los cantos castellanos sean escuchados porque de lo contrario lo único que veremos serán los jirones.