Díaz Ferrán y la pantomima

Con una Justicia como esta, me pregunto quién va a querer emprender. Quién va a esforzarse por ser un prohombre del empresariado si lo que te espera al final del camino es que un juez metomentodo te hurgue en los bolsillos. Hombre de dios. No se llega a rico y poderoso a base de poner piedra sobre piedra. Desviar unos fondos a un paraíso fiscal o dejar sin declarar un par de pisos son pecadillos de juventud después de haber estafado lo que hay que estafar para llegar a según dónde. Que no digo que sea el caso. Pero ya saben que, a este columnista, todos los que alguna vez han piado y han encontrado eco, le parecen presuntamente culpables.

 

Que esa es otra. Casi todos los que ayer se apresuraban en una carrera impropia del siglo XXI a dar en primicia la detención, hasta anteayer antecedían las palabras de Díaz Ferrán con coros de trompetas y pétalos de rosas. Así que, don Gerardo, ni caso. Envidias, una vez más. Aguante el tipo. Aunque solo sea para hacernos ver que es usted, también usted, un engranaje más de la pantomima.