Enhorabuena. Es usted ‘Bankero’

Nos preguntaba Bankia hace poco más de un año –antes de su salida a bolsa- si queríamos ser Bankeros e invertir en ella. Premonitorio mensaje, porque desgraciadamente ahora nos va a tocar a todos los españolitos ser “bankeros” de Bankia. Queramos o no.

Lo peor de todo es que no crean ustedes que vamos a ser banqueros de los de toda la vida. Ya saben, una especie de Botín o Fainé, con sus corbatas corporativas y chófer en la puerta. No, no. De eso olvídense. Es justo lo contrario. Vamos a ser “bankeros” en la parte mala: en la de la deuda. El Estado ha ingresado ya en la entidad más de 4.500 millones de euros, a los que hay que sumar otros 7.000 millones que va a inyectar en los próximos días. Esto supone que cada español es propietario de Bankia por valor de 239,13 euros. O lo que es lo mismo, que la entidad nos debe ese dinero. Eso por no hablar del aumento de la prima de riesgo y del bono a 10 años.

Pero de todo el culebrón de Bankia lo que más llamativo resulta es la indefensión del pequeño accionista. Aquel que hace un año optó por ser “bankero” y comprar acciones de la entidad a un precio de 3,75€. Hoy pierde ya un 45% de su inversión,  por no hablar de aquellos que prestaron dinero a la entidad mediante preferentes, pagarés y demás ‘vehículos’.

¿Dónde está la CNMV?

Este “bankero” ahora se encuentra ante la encrucijada de vender o no sus acciones, saber si  quedarán diluidas, qué pasará con sus preferentes, si le abonarán los pagarés a un año al 4%. Eso es lo que ahora mismo le preocupa al que tiene su dinero en la entidad, y lo que debería preocuparnos a los demás.

Pero también debería preocuparle al Gobierno, al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ésta última lleva desaparecida mucho tiempo en este asunto. Bankia no ha dejado de cotizar en ningún momento desde que el lunes Rodrigo Rato anunciara su adiós a la firma. Tampoco cuando empezaron a surgir los rumores de nacionalización, y ni siquiera hoy que ya tenemos hechos consumados encima de la mesa. Una inacción que ha alentado la caída del valor que, en 4 días, ha perdido 800 millones de euros.

Del Banco de España, ¡qué vamos a decir! El Gobernador MAFO lleva meses desaparecido en la reforma financiera. Es más, me atrevería a decir que desde que arrancaran los primeros cambios con Zapatero, está missing. Ha cedido por completo el papel protagonista al Ministerio de Economía, con todo lo que ello conlleva de ausencia de regulación y de control, dando lugar a situaciones como la que ahora vivimos. La caída de un gigante con pies de barro que, Gobierno central, Comunidades y agentes sociales han intentado salvar a toda costa.

Y del Gobierno… ¡Ay el Gobierno! Se ha encontrado el pastel de una reforma financiera en ciernes, que ha habido que cambiar sobre la marcha. Ponerse a hacer lo que en otros países habían hecho hace cinco años y, lo que es peor, dando la sensación de que se está improvisando. ¿Es normal dejar pasar tres días entre el adiós de Rato y la nacionalización dejando que los rumores se apoderen del mercado? En absoluto. Estas cosas se hacen en fin de semana o en puente, no un miércoles a las ocho de la tarde y con el fútbol en la tele.

Pero no se preocupen. Bankia saldrá adelante gracias al dinero público, como ha ocurrido con otros bancos en Europa. Ustedes y yo pondremos nuestro dinero, y el Estado cobrará los beneficios por nosotros. Lo importante es que la rueda gire y no pare. Me recuerda mucho a los trileros. ¿Dónde está la bolita? ¿Aquí? ¿O quizá aquí? No señora. Estaba allí. Pues con los bancos es lo mismo. ¿Dónde está dinero? ¿aquí? ¿aquí? Nadie lo sabe, porque el ciudadano y la empresa no ven un duro.

Bienvenidos todos a la nueva banca.