Evasión o penuria

Dicho de otro modo, que antes olía tan a podrido como ahora, sino más, pero como el pelotazo económico funcionaba a las mil maravillas, el mejor consejo era taparse la nariz y mirar para otro lado, que son dos caras de una misma moneda.

 

Pero ahora, por lo visto, ya no basta con eso. Y es lógico, porque a los taitantos millones de parados y precarios de la Unión Europea ya no se les puede apretar más el nudo de la corbata, so pena de pasar al estadio de genocidio por asfixia. Así que toca empezar a hacerle cosquillas en los pinreles a quienes guardan el dinero en cajas fuertes fuera de las fronteras.

Sin embargo, no creo que eso solucione gran cosa. El hurto de unos pocos, por mucho que sea el hurto, da para reunir un par de limosnas. Mejor haríamos en mirarnos la inflación burocrática de esta Europa hija del Derecho Romano, los estamentos medievales y el Estado nación. Emprender en Europa en general, y en España en particular, es vergonzante. Tanto que es más honroso hacerlo en negro que por lo legal. Mala suerte si te cazan. Y brindis si te libras.