Una falsa austeridad

Hoy es el turno del Banco Central Europeo que, con Mario Draghi a la cabeza, va a presentar pocas novedades según el consenso del mercado. Y presentará pocas novedades porque lo máximo que hará –dicen los analistas- es actualizar las previsiones de crecimiento e inflación para los próximos meses.

Una cita que coincide con la salida al mercado del Tesoro español. Espera captar hasta 5.000 millones de euros con una subasta de bonos y obligaciones con vencimientos en 2015, 2018 y 2023.  Subasta que se celebra con la prima de riesgo en los  355 puntos y el bono a 10 años en el 4,9%.  Poco a poco parece que se relajan los tipos de interés que paga el Estado y a los que, en 2012, se destinaron 26.055 millones de euros,  un 17% más. Datos de la contabilidad nacional que ha publicado la Agencia Tributaria, en donde se puede comprobar que las subidas de impuestos puestas en marcha durante el último trimestre del año, sirvieron para cuadrar en cierto modo las cuentas.

De hecho, en diciembre se recaudaron cerca de 15.000 millones de euros, una cifra que supera el máximo de la serie histórica de ese mes. Según explica Hacienda, la principal recaudación se concentra en IVA, Declaración Tributaria Especial y el pago de Sociedades. Tres conceptos que, por sí solos, aportaron 4.000 millones de Euros. Buenas cifras por las que el departamento de Hacienda, encabezado por Montoro, saca pecho, pero que debería también llevarlos a plantearse el siguiente paso que puede darse. Y es el de saber qué va a ocurrir en este primer trimestre del año con la recaudación. ¿Se mantendrá en esos niveles o, por el contrario, se desmoronará tras la consecuente caída del consumo? El tiempo lo dirá, pero parece complicado que vayan a poder pagar los gastos del Estado si éstos continúan aumentando como hasta el momento. De todos los pagos realizados por la Administración Central, sólo bajan los destinados a salarios del personal, el resto suben. ¿Eso es austeridad? Me temo que no.