La banca española responde a Bruselas: estamos preparados para recapitalizarnos. Tanto que los dos más grandes, Santander y BBVA están dispuestos a pasar con nota el nuevo examen de core capital hasta el 10%. Un punto más de lo que nos piden. Ahora bien, esto va a tener como contraprestación, tal y como ya avisa el Banco Popular, una más que probable contracción del crédito. Es decir, que va a redundar en que el dinero a los clientes (particulares y empresas) va a seguir escaseando, y por lo tanto seguimos abocados a una nueva recesión. Es la pescadilla que se muerde la cola: sin crédito no hay inversión, no se generan puestos de trabajo y, por lo tanto, tampoco hay consumo.
Los bancos dicen que están preparados. Parece que las bolsas, de momento, confían en ello. Asia sigue en positivo, con repuntes superiores punto y medio porcentual. Gusta a los inversores el plan europeo para salvar la cara y evitar el contagio de Grecia. Un país que llegaba en 2001 a la moneda única y que, parece que ahora algunos se arrepienten de haber aceptado. Es el caso del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que parece haberse olvidado ahora de algo importante: cuando Atenas reclamaba su entrada en el Euro y conseguía colarse dentro toda Europa sabía que no cumplía y que mentía. Y lo que es peor, que el ejecutivo francés con Giscar D'Estaign a la cabeza, estaba vendiendo aviones Mirage al gobierno heleno a cambio de dar su apoyo. ¡Qué mala memoria tienen nuestros políticos!